jueves, 23 de febrero de 2017

¡Reliquia! Boletín de PEPASO, N°3.


Seguimos enriqueciendo nuestra Biblioteca Digital, y qué mejor manera que difundiendo en nuevo boletín de la Fundación PEPASO. "Nuevo", así, entre comillas, pues es un archivo que data del año 1983, un verdadero tesoro histórico. Nuestro objetivo es poner al alcance de cualquir lector la colección completa ¿Tienes, entonces, alguno de estos boletines que quieras compartir con nosotros?



Portada de boletín EL PEPASO, Nº3. Mayo de 1983.

Puedes consultarla completa y gratis dando click aquí.


miércoles, 1 de febrero de 2017

¡Reliquia! Boletín de PEPASO, N°1.

Luego de un receso volvemos para enriquecer nuestra Biblioteca Digital. Hace unos días, la Fundación PEPASO cumplió 37 años de trabajo. ¡37 años! Una edad, sin duda, admirable y ejemplar para las organizaciones sociales en general, y para las organizaciones locales en particular. Varias generaciones pueden darse ya el lujo de haber sido y ser partícipes de este gran sueño. Un sueño que seguramente continuará en el tiempo. Desde este espacio nos unimos a la celebración con la publicación total del Boletín N°1 de "EL PEPASO". Una auténtica reliquia para el suroriente de Bogotá. Caricaturas, artículos de opinión y la primera junta directiva hacen parte de este número, que resulta un curioso aporte al patrimonio local



Portada del Boletín N°1. 1982

Consulte el Boletín completo aquí.

jueves, 23 de junio de 2016

Cielo, la perrita que celebra la paz y desea el regreso de nuestra escuela EFARTE

La primera vez que la vi, intenté acariciar su pelo largo y erizado que lleva a cuestas. Un pelo blanco, por supuesto, como el cielo; tal vez por eso las hermanas y estudiantes de la Casa de las Niñas de San Rafael, decidieron bautizarla así. Bueno, decía que la iba a acariciar y lo primero fue que gruñó y me mostró sus todavía más blancos colmillos en son de amenaza, como diciendo:

Lárgate de aquí, maldito machista opresor. 

Ay, ¿es muy brava entonces? exclamé al aire.

"Es que no le gustan los hombres", me respondieron dos niñas al mismo tiempo, cual si fuera un coro. Yo sólo solté la carcajada y me dije: "los perros y sus personalidades son lo máximo". En este caso, una perra. 

¿Y por qué no los quiere? pregunté intentando apaciguar la risotada. 

Jum, quién sabe—, me respondió tímidamente una niña alzando un poco los brazos, mientras la otra la sostenía por el cuello a Cielo. 

"¡Quieta cielo, quieta!", decían las niñas, mientras yo pasaba por un corredor, junto a mi amigo y monitor de la escuela Farid o "Faricho"

¿Cómo así que esa perra nos odia, o sea, sólo odia a los hombres?. Le comento en voz baja a Faricho. 

Sí, profe, la vez pasada estaba firmando unos listados cuando vi que me estaba mordisqueando un zapato. Me responde Faricho, luego de lo cual deja salir una tácita carcajada.

Me preguntaba si esta perrita habría adoptado un tipo extremo o equivocado de feminismo cuyo sentido era atacar cualquier asomo de masculinidad.


Cielo, en el parque de San Rafael S.O.


El caso es que así, custodiadas por Cielo, eran las clases de danzas que adelantaba la profesora Angie Foglia, formadora de EFARTE, en el barrio San Rafael Suroriental. En este espacio de formación, que funciona como un internado administrado por una comunidad de religiosas, sólo conviven mujeres. Quizá por ello, a Cielo la presencia masculina le parecía una amenaza. 

En ensayo de danzas. Parque de San Rafael S.O.


No obstante, a medida que avanzaban las clases, percibí que la formación tocaba no sólo a los estudiantes y maestros sino también a los caninos. Perdón, caninas. Pues, cada vez que yo iba y hablaba, los gruñidos de esta bella perrita eran más tenues, hasta casi desaparecer. Me daba cuenta que nuestra escuela estaba formando no sólo a humanos, sino también a nuestros amigos y amigas perrunas. Estos gruñidos tenues dieron paso a la indiferencia, hasta que un día, mediante una galletita, llegó la cordialidad. 

Cielo, rodeada de chicas.
Una de las hermanas nos ofreció onces, y decidí entonces entregarle una galleta a Cielo. Al principio fue difícil, pero poco a poco, fue venciendo su timidez, y su instinto galletuno fue más fuerte que ella. Curiosamente, no me rapó el alimento, al contrario, lo tomó delicadamente entre su hocico y se largó con su esponjoso rabo en alto. A partir de ahí nos hicimos buenos amigos.  

 
Fragmento de: EFARTE, Tejedores de Libertad.
De tal manera que en los días siguientes anoté en mi diario científico-canino de campo, lo siguiente: "...ella es cielo. Vive rodeada de muchas chicas y ha construido una filosofía de desconfianza hacia los hombres. Se ha estado formando en la escuela EFARTE, en torno a cómo bailar música del pacífico y cómo relacionarse  con los chicos. Poco a poco, con amor, comprensión y ternura (y unas cuantas galletitas) ha aprendido a darse cuenta que los hombres no muerden...". De hecho, luego me contaría algo por ese estilo, un día que subimos al parque de San Rafael a hacer los ensayos de danzas:

Mira Fabio, o profe de patrimonio, yo era así porque desconfiaba de los hombres. Sé que muchos de ellos maltratan a las niñas y también a nosotras las perritas. 

¿Qué te hizo cambiar, Cielo?

Bueno, esta escuela me ha demostrado que vale la pena apostarle a la convivencia y a la educación de nuestra localidad. Además, estamos en un proceso de paz, así que puedes consentirme la cabeza y, pues...¿tiene otra galleta que me regale?

Recuerdo claramente que le di la dichosa galleta y después se fue a divertirse con una pelotica, mientras vigilaba atentamente a sus amigas y estudiantes de la escuela. Hoy me envío una carta que decía más o menos así:
 

Wuaf-wuaf-wauf!

23 de junio de 2016 
Montañas de Colombia

Me encuentro muy contenta de que la paz se haya adelantado en nuestro país, pues esto mejorará las condiciones de toda la comunidad perruna colombiana. Si yo he logrado perdonar, hasta los perros y perritas uribistas pueden hacerlo. Lo siento en mi corazón y en mis cuatro patas. ¿Qué ha pasado con la escuela? ¿Cuándo volverá? ¿Hasta cuándo tendremos la oportunidad de seguir educándonos? Necesito galletas y diversión. Espero vuelvan los maestros y la experiencia de escuela. Saludos a la profesora Angie Foglia y a Farid, que disculpe las mordidas que le pegue, pero que ya lo quiero.

Firma:  Cielo (acá iba una patica de perro que no tengo cómo transcribir) y Fabio Enrique Ramirez, docente de Patrimonio en EFARTE. 

lunes, 13 de junio de 2016

El cuerpo en el territorio. Por: Diana Esperanza Benavides.


La enseñanza de una técnica del cuerpo 
mezcla permanentemente el gesto y a palabra
su gesto y explicación.
El cuerpo del maestro es el sitio de la demostración de la experiencia.
El cuerpo es la materia prima que hay que transmutar para generar un conocimiento sobre sí mismo
capaz de cambiar la vida. 

David Le Breton.

La localidad de San Cristóbal, por su gran labor artística, ha fortalecido muchos de los procesos culturales y comunitarios del Suroriente. EFARTE es uno de esos procesos de escuela artística comunitaria que, cada vez que está abierta, desarrolla un foro que incluya una reflexión que fortalezca el proceso pedagógico y artístico de los estudiantes y los maestros. 

Para el primer semestre del año 2016, el equipo de formadores y monitores de la escuela decidió decantarse por una reflexión alrededor del cuerpo y su relación con el territorio.  

En el foro cada experiencia, liderada por alguno de los formadores, tenía una duración de 25 minutos. Cada estudiante podía pasar por 4 experiencias artísticas diferentes; algunas experiencias trabajaron desde la sensibilidad auditiva y visual; otras, desde las danzas, el juego, la música y las pinturas fluorescentes. Cada acción interpelaba al estudiante en su cotidianidad y fomentaba el relacionamiento con el mundo desde otras sensibilidades, quizá no muy exploradas, como la sensibilidad auditiva y visual. 

En las danzas, adultos mayores y niños intercambiaron experiencias, sus experiencias, con los movimientos del cuerpo. Una curiosidad es ver que los adultos mayores tienden a moverse con más energía pero con menor velocidad, y los niños se mueven con más velocidad pero con cierto temor. 

Estudiantes de danzas. EFARTE, Tejedores de Libertad.
En el aspecto teatral sobresalió el trabajo de la recuperación de la memoria barrial, gracias a la puesta en escena de algunas anécdotas de nuestro territorio, como lo es el trabajo del pregonero en los buses y colectivos de las montañas surorientales. 

En mi opinión, creo que para que en cada experiencia artística se conciba realmente el trabajo, o la relación cuerpo-territorio, cada ejercicio podría durar más tiempo. Para que el trabajo sensitivo, pienso, pase de la pre-expresividad hasta la expresividad total, debe reconocer todas las partes del cuerpo, no sólo en términos biológicos sino en términos sensoriales, hecho que está directamente relacionado con la cultura. El arte es el oficio que nos permite elaborar constantes preguntas sobre el cuerpo y el contexto en el que nos desenvolvemos. Esto último, lo deseo completar con las opiniones que algunos estudiantes me dieron, cuando los entrevisté:

Estudiante de fotografía. EFARTE, Tejedores de Libertad.
Nelly Jiménez. Taller de Danza.
No es un foro monótono; es más bien lúdico. El adulto mayor, por ejemplo, viene a relajarse, a dejar el estrés, la rutina...y viene a valorar su cuerpo, no sólo física sino intlectualmente.  

Juan Benavidez. Taller de teatro.
El foro fue bueno, diferente. El cuerpo, para mí, es arte, el arte que se mueve, siente y se expresa así mismo.
Alicia. Taller de Visuales.
Es divertido escuchar el cuerpo, mediante la música y el teatro.

Laura Sofía. Taller de Teatro.
Cuando el cuerpo se mueve, se ejercita y hace cosas chéveres, el mismo cuerpo crece y se desarrolla.

María. Taller de Danzas.
Uno se pregunta, gracias a estas cosas, sobre el sentido de comunidad, de la amistad, y todo eso ya vale la pena. 

Néstor. Taller de música.
Ver cómo nos integramos, a través del arte y las distintas concepciones sobre el cuerpo, es algo muy interesante e importante para generar vínculos. 

Jesús. Taller de Plásticas.
Los talleres estuvieron muy buenos para mejorar nuestra salud física y mental. El hecho de distraernos, de explorar el cuerpo en diversas manifestaciones, creo yo, contribuye a respetarnos más y mejor, a compartir y a jugar, disfrutando de la vida.

José. Taller de Danza.
El arte ayuda a transformar nuestras emociones para bien y eso se ve reflejado en nuestro cuerpo. Se refleja, también, en la alegría de compartir con el otro.

Juegos tradicionales. Fragmento de documental: EFARTE, Tejedores de Libertad.


Estas opiniones me dan cierta potestad para asegurar que debemos ser más reiterativos con estos espacios. Debemos apuntarle a promover espacios como la escuela y que se profundice en sus propósitos. Para esto, es necesaria la participación de cada estudiante que habita el territorio; pues serán ellos los multiplicadores que favorecerán nuevas miradas sobre el arte, sobre el cuerpo y sobre nuestra localidad. 



Licenciada de Artes escénicas
Actriz De la Agrupación Teatral Piel de Roca


viernes, 10 de junio de 2016

Reseña histórica del Festival Suroriental por la Cultura Popular.

Este festival nace como una experiencia que se consolida en el colegio América Latina y el Centro de Alfabetización de la Fundación PEPASO. En la década de los ochenta el festival trabajó bajo una concepción de cultura popular. Este es, pues, un festival en el cual, además de un espacio de promoción artística, se ha consolidado como un espacio de disertación académica acerca de los movimientos sociales a nivel local y distrital. 

Con casi 30 años de realización, este festival se constituye en uno de los eventos más tradicionales a nivel local. La fecha de su nacimiento data del año 1.987. 

Tradicionalmente el festival se ha ubicado en los barrios La Victoria y La Gloria, sitios determinantes para el mismo festival y para la fundación PEPASO.  


Origen y transición del evento

Hombres a manera de ángeles, consternados con antorchas y velas rodean la plazoleta de La Gloria. En medio de la penumbra, las sombras se alzan como monstruos que por instantes tratan de vencer a una figura que representa la muerte. En este juego carnavalesco la muerte finalmente es vencida por medio de un ritual en el cual se mezclan cuerpos, sudores y cera derretida. El Festival Suroriental por la Cultura Popular es, ante todo, una actividad que ha logrado generar una sacralización en torno a un espacio como lo es la plazoleta del barrio La Gloria. La consagración de este territorio se plantea mediante la ruptura en la homogeneidad del mismo. Así, la actividad avizora la aparición de una realidad absoluta, la ruptura del universo de la cotidianidad, la ruptura de cierto tipo de mentalidades y la impresión en la memoria de una huella que consagra el recuerdo. De esta manera llegan a nosotros, visiones e instantes llenos de poesía que hablan sobre el origen, como nos lo recuerda Ramiro Velasco acerca del festival:

Equipo de PEPASO, Años 80. Archivo: Fundación PEPASO.

El Festival Suroriental por la Cultura Popular, inició en julio del año 1.987. Fue una idea que se gestó al interior de la Fundación PEPASO (Programa de Educación Popular para el Adulto Mayor del Sur Oriente), tomando en cuenta la trayectoria que llevaba en cuanto a alfabetización de adultos. A partir del trabajo que se realizaba en los centros de Educación de Adultos, que funcionaban en la noche en las escuelas públicas, se fueron desprendiendo otro tipo de acciones, como el trabajo que se adelantaba en los Centros de Educación con guías bachilleres, que consistía en que jóvenes procedentes de colegios de la localidad prestaban su servicio social mediante la orientación de clases. Estos mismos grupos empezaron a formar propuestas de danzas, teatro y música. 

Primer afiche de festival.
 En el año 1.985, PEPASO empezó a explorar la importancia de trabajar un evento que tuviera reconocimiento en la comunidad, integrando a los que participaban en los programas de la fundación. De manera que suponía un medio, también, para proyectar todo el trabajo que se realizaba en la fundación. Algo de eso se alcanzó a mostrar en el año de 1985, cuando se celebraron los primeros cinco años de PEPASO y, luego, cuando se sacó adelante la primera versión del festival. 

En un principio, participaron en la discusión sobre la concepción del Festival los alumnos del programa, los guías de alfabetización, los coordinadores de los centros de educación de adultos y demás personas que dirigían la fundación. 

Se tomó la idea de articular el festival con el concepto de "cultura popular" puesto que era uno de los discursos más movidos por esa época, no sólo en Bogotá sino en toda América Latina. Habìa una importante onda de trabajos académicos y comunitarios que expresaban la necesidad de este tipo de trabajo, en donde la cultura popular actúa como eje aglutinador de la identidad latinoamericana. 

El contexto social del suroriente en los años 80 fue muy interesante, pues fue una época muy movida y rica en iniciativas de trabajo comunitario, de trabajo social y escenarios de acciones que buscaron incidir en la transformación de las condiciones de vida que esta zona mostraba. Históricamente, la década comenzaba a mostrar los grandes problemas sociales de nuestra localidad, producto de la marginalidad latente que habíamos soportado. 

Fragmentos de historia del festival. Foto: archivo PEPASO.
En esta década se siguen evidenciando carencia de servicios públicos, de servicios sociales, además, se agregaba una crisis en la organización social que intentaban liderar las Juntas de Acción Comunal; pues allí se presentaron actos reiterativos de clientelismo y politiquería. De manera que el trabajo de organización comunitaria puso en juego muchas iniciativas y el trabajo artístico-cultural se convirtió en un buen complemento de esas acciones educativas. 


Fragmentos de historia del festival. Foto: archivo PEPASO.


La estructura del festival comienza con el desfile de comparsas. Para el primer festival cada Centro de Educación realizó una comparsa o una carroza y todos tenían que encontrarse en la plazoleta de La Gloria a las diez de la mañana y así dar inicio a las demás actividades previstas. Es muy bello ver a la gente del barrio, a la gente de de los centros de alfabetización y a los integrantes de los diferentes proyectos de la fundación comprometidos con llevar a cabo un espectáculo ejemplar. El hecho de que las carrozas y las comparsas partieran de distintos centros se convierte en un acto que rompe la cotidianidad. El punto de encuentro siempre ha sido La Gloria, pero vienen carrozas desde Juan Rey y se encuentran con las de La Belleza, las de El Quindío, de Los Alpes...es algo muy bonito. Creo que las primeras versiones de los eventos, incluyendo el de PEPASO, fueron mucho más dinámicos y de mayor impacto. 

5 Festival.
La diferencia, a mi parecer, es que las acciones que se emprendían en la década de los ochenta en que el trabajo de base y el ímpetu que existía ha disminuido, quizá, también porque las condiciones ahora son menos favorables. 

Un asunto que creo necesario reflexionar es que, pienso yo, falta articulación. Aun así exista la Red de Eventos, creo que nos falta articulación. Pues lo que hace el Festival de la Alegría no se relaciona mucho con el Festival de Pepaso, ni con el Festival del Maíz o con el Festival de las Cometas. Cada evento tiene una autonomía que es válida, muy rica y muy estimulante, pero no hay un espacio de encuentro que permita tener esa visión compartida. Pareciera que cada uno quisiera responder a su público, cautivar a sus habitantes cercanos, a su radio de acción y no más. 

Impacto y proyección

El Festival Suroriental por la Cultura Popular, con el tiempo, se ha convertido en patrimonio cultural para la localidad de San Cristóbal.

Como patrimonio cultural, es imprescindible cuidarlo, protegerlo y darle más fuerzas. Sin embargo, existen problemas. Fray Martin Contreras, integrante de PEPASO y conocedor de la localidad, afirma:

El festival, por las actividades que desarrollaba, antes era un evento que la gente esperaba con ansias; primero, porque había una serie de acciones de trabajo previo alrededor de la educación para adultos y, con el paso de los años, el fortalecimiento de algo que se llamó "nucleos culturales", que consistían en contribuir a que el festival tuviera más desarrollo evidenciado en productos y escenarios. Estos núcleos culturales se adelantaron en El Rodeo y en San Miguel. 

En las primeras versiones, ese objetivo se logró, pues eran muchas las agrupaciones que esperaban hacerce partícipes del festival, sin embargo, eso ha disminuido con el tiempo. El hecho de que a veces se vean retrocesos se debe, entre otras razones, a los bajos presupuestos con que contamos para contratar a grupos de alto nivel. Por ejemplo, para el año 2001 y 2002 no se pudieron ofrecer las mejores condiciones y se presentaron varias fallas.

Festival para el año 2016.

Pero las dificultades siempre suponen una oportunidad para mejorar. Y esta oportunidad se ve reflejado en el hecho de que, independientemente de los escollos, el festival vive entre todos nosotros. Como vivirá en este año de 2016.   

Con información de: Recuperación histórica de los eventos culturales de la localidad de San Cristóbal. Alcaldía Local de San Cristóbal. Bogotá, 2003. 

martes, 7 de junio de 2016

¿Qué es cultura?. Por: Miguel Ramirez.

Los estudiantes de la escuela, de nuestra escuela, quieren compartir con todos ustedes, la razón o el porqué para ellos es vital la existencia de una escuela de Formación en Arte, Cultura y Patrimonio para la localidad de San Cristóbal. Y, de paso, reflexionar sobre el papel que tienen la cultura, las artes y la memoria en nuestros pueblos. En esta ocasión, Miguel Ramirez, estudiante de la Casa Rock, se arriesga a compartir sus sentires y conocimientos con todos los lectores de nuestra página. 

Para mí, la formación ciudadana es esencial dentro del proceso de consolidación y orden social. Es a partir de lo mínimo, en este caso el individio, que se puede fundamentar y validar lo macro o lo que entendemos por sociedad. Inicio con esta aclaración, ya que en este escrito quiero basarme en lo que se entiende por "cultura". Un elemento complejo que, en palabras de Octavio Paz, es lo "esencialmente esencial" de la formación ciudadana. En segundo lugar quiero enfatizar en la relación de EFARTE con mi formación y estos conceptos. 


Miguel Ramirez (derecha) en Casa Rock. Marzo de 2016.


En primera medida tomaré la definición que nos da la RAE sobre el término cultura: conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. Sin embargo, siento que, en cierta medida, el arte queda exiliado y olvidado en esta definición. 

Por esta razón, decidí buscar más definiciones, una que se acercara más a lo que quiero transmitirles. En esta búsqueda me encontré con Sir Edward Burnett Tylor, quien dijo que la cultura: "es todo un complejo que incluye los conocimientos, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y todas las otras capacidades adquiridas por el hombre como miembro de la sociedad". Insatisfecho, porque lo vivido en la escuela era eso y mucho más seguí investigando y encontré a Kroeber, que expresa que es: lo superorgánico; Radcliffe-Brown señala, por otra parte, que la "cultura es una abstracción. Lo que observan los seres humanos y las relaciones que se establecen entre sí". Tanto Kroeber como Kluckhohn escriben que "consisten en esquemas explícitos e implícitos del y para el comportamiento adquiridos y transmitidos con la mediación de símbolos". Entre otras muchas muy interesantes, pero que para mí son limitadas, pues siento que tienden a ser muy doxas, sin desconocer los aportes de los autores, claro está. 

Yo deseo arriesgarme a dar mi definición, pues no veo otra forma de resolver o aproximarme a este asunto, pues dijo Malinowski, que la cultura "es la herencia social (...) una realidad instrumental que ha aparecido para satisfacer las necesidades del hombre que sobrepasan su adaptación al medio ambiente. La cultura es un todo integrado". Cito a este antropólogo social para justificar que, si la cultura es la herencia social, también su definición ha de serlo.

Sin más rodeos, quiero decir que la cultura es un "superórgano" variable, comprendido por una abstracción espaciotemporal en la que se integran formas de vida, costumbres, conocimientos, artes, creencias, derechos, habilidades, desarrollos tecnológicos, científicos y artísticos de los invividuos de una sociedad. A lo que se suman observaciones y relaciones entre sí; esquematizando explícita e implícitamente comportamientos adquiridos, y transmitidos mediante símbolos para ser utilizados en una realidad instrumental, satisfaciendo necesidades, sin la obligación que sean estas características constantes en todos los individuos, unificando la pluralidad y convirtiéndose en un todo integrado. 

Es por esto que la escuela debe seguir, porque somos una sociedad en la abstracción espacio temporal que llamamos EFARTE. Allí todos tenemos una forma de vivir distinta y especial, con multitud de costumbres, donde compartimos la diversidad de conocimientos, mientras conocemos nuestras artes, donde las morales y las creencias conviven en un pleno equilibrio. Así, se hace de los derechos algo obviado e innecesario de exigir porque se sobreentiende que la violencia no tiene cabida. De modo que nos expresamos, observamos y nos relacionamos libremente con nuestras habilidades en las tecnologías, ciencias y artes, adquiriendo y transmitiendo información en nuestros "símbolos". Además, ubicamos un contenido ético, porque buscamos mejorar nuestra sociedad, apuntalar a un mejor futuro, en donde la pluralidad o diversidad no sean sinónimos de división o fragmentación, sino de riqueza cultural. 

Inicié este texto preguntándome: ¿qué es cultura? Y no sé cómo terminarlo de otra forma que no sea con otra pregunta, pero esta vez dirigida a EFARTE y a sus participantes: ¿es realmente la hora de bajar el telón y decir gracias, o aún hay más cultura que construir?