viernes, 2 de octubre de 2015

Aproximaciones a nuestro Patrimonio Ambiental

APROXIMACIONES A NUESTRO PATRIMONIO AMBIENTAL.
Por: Alejandro Hernpandez Jaramillo. *


El ambiente puede definirse como un conjunto dinámico de relaciones entre elementos sociales y naturales que interactúan de manera permanente y producen cambios, donde la naturaleza se ve afectada por la acción social, o donde la sociedad se ve afectada por la acción de la naturaleza. 

San Cristóbal, o como la llamaban los primeros pobladores, Fucha, tiene todos los factores para ser una de las localidades con mayor complejidad ambiental del Distrito, no sólo por hacer parte de los Cerros Orientales y del imponente Parque Distrital Entre Nubes, dos de los referentes más importantes junto con el Parque Nacional Natural Sumapaz y los humedales altoandinos, sino por contener una población de más de 400.000 habitantes y un sistema hidrológico y geomorfológico particular. 

Esta complejidad, sumada a su historia de poblamiento en torno a la extracción de recursos naturales y a la ubicación de predios urbanos dentro y alrededor de reservas forestales protectoras, hace que San Cristóbal sea un caso particular y único para el desarrollo de las expediciones pedagógicas e históricas. 

La temperatura extrema al despuntar el alba, los continuos aguaceros en la temporada de humedad (aumentada por el fenómeno de la niña), los fuertes vientos en julio y agosto, los altos índices de brillo solar al medio día, y los bruscos cambios de temperatura a altitudes que rebasan los 2.700 metros forman parte de las características de este territorio. 

Los pobladores ancestrales de este territorio, los Muiscas, asignaron nombres a algunos lugares que hasta hoy se conservan: Zuque, Zipa, Chiguaza, palabras que traen a la memoria a los primeros pobladores de estos lugares, aunque para muchos ya pueden ser nombres conocidos, para la mayoría siguen siendo un enigma. 


Biodiversidad de los Cerros Orientales. Fuente: Los Cerros, una reserva natural.
Para abordar el tema ambiental en la localidad es importante manejar cuatro conceptos estructurales que recomienda el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) que se deben adaptar, claro está, al contexto local: agua, biodiversidad, cambio climático y capa de ozono. Para hacer un acercamiento de mayor cuidado también es clave contar con los habitantes de la localidad y conocedores de su territorio, lo cual representa una oportunidad inmejorable para alimentar de elementos locales los procesos de visitas pedagógicas y patrimoniales por el territorio ambiental de San Cristóbal.

Si quisiéramos dividir la localidad en zonas ambientales podríamos tomar tantos parámetros como elementos existen en la localidad. Por ejemplo, podríamos usar las UPZ (Unidades de Planeación Social), pero dejaríamos por fuera más del 60% del territorio; también podríamos abordarlo desde las coberturas de uso, pero tendríamos tantas zonas como actividades se realicen. 

El análisis de los elementos estructurales y estructurantes de la localidad muestra a San Cristóbal como cuna de nacimientos de quebradas que bañan de oriente a occidente todo el territorio y que a la vez son de gran importancia para la estructura ecológico-ambiental del Distrito Capital; para los Muiscas, Chiguaza ya era un viejo conocido, este nombre proviene de juntar los vocablos Chigua (montaña), a (bajar) y za (río): el río que baja de la montaña.

El agua, entonces, puede funcionar perfectamente como elemento para dividir, por zonas ambientales, la localidad en cuencas hidrográficas. 


Biodiversidad de los Cerros orientales. Fuente: Los Cerros, una reserva natural.


El Distrito Capital hace parte de la macrocuenca del Río Bogotá (tributaria de la gran cuenca del Magdalena que llega al Océano Atlántico). San Cristóbal, por su parte, se integra con dos cuencas de gran importancia para el suroriente del Distrito, la cuenca del Río Tunjuelo y la cuenca del Río San Cristóbal o Fucha, ambas tributarias del Río Bogotá. 

Si se busca con cuidado se encontrará que la subcuenca de la quebrada Chiguaza y la subcuenca de la quebrada La Nutria se fusionan entre el Parque Entre Nubes y el Cerro Guacamayas, para seguir su rumbo hacia el Río Tunjuelo, unos kilómetros más al sur occidente. Pequeños cursos de agua (quebradas) que atraviesan los barrios, tales como Los Toches (de Melo), Agua Monte, Chorro Silverio, San Camilo, Nueva Delhi y Verejones, sirven, también, como escenarios para evidenciar la problemática ambiental que existe en la localidad. 

Una diversa gama de tipos de vegetación nos ofrece la localidad cuando nos adentramos hacia el oriente: se puede empezar a diferenciar entre el pastizal, el matorral de retamo, el matorral alto andino, los bosques altoandinos, las plantaciones de coníferas, los matorrales de subpáramo y el páramo propiamente dicho. 

Podemos encontrar en la localidad especies de fauna y flora, a la orilla de las quebradas o en las altas montañas, encenillales centenarios dominados por la especie Weinmannia tomentosa, bosques achaparrados dominados por Gaque (Clusia multiflora) y páramos conformados por frailejones (Espeletia grandiflora). 

La posibilidad de observar y sentir las adaptaciones evolutivas de las especies se hace presente en los tupidos matorrales de retamo, las espinas (hojas modificadas) que arrancan algunos gritos y risas, y los alargados ginecos de las especies de Pasifloras visitadas por colibríes que permiten sorprenderse con la cantidad de formas y colores. 



Biodiversidad de los Cerros orientales. Fuente: Los Cerros, una reserva natural.

La riqueza en términos bióticos y físicos que presenta esta localidad enclavada en la cordillera oriental ha sido reconocida desde tiempo inmemorable; es así como la búsqueda de arcilla ha hecho de este sector de la cordillera un excelente sitio para la explotación de canteras y el posterior uso de arcillas para la elaboración de ladrillos, insumo principal para la construcción de los barrios que existen hasta el día de hoy. 

La emisión de gases proveniente de la industria ladrillera es una de las causas del cambio climático, tema que se debe abordar, aunado al concepto de desarrollo sostenible. La necesidad de preservar y conservar el agua y la biodiversidad mediante procesos de producción amigables con el equilibrio natural debe manejarse como una consigna necesaria para que los ciudadanos ayuden a evitar que el aumento de la temperatura global afecte a la existencia de especies, especialmente de anfibios y macroinvertebrados. 

El gasto excesivo de energía, el uso indiscriminado de combustibles y el poco o nulo manejo de residuos sólidos y lixiviados que llegan a las quebradas son elementos que se deben introducir en los reconocimientos del territorio ya que brindan herramientas para la visibilización de los problemas ambientales; bajo este enfoque, los habitantes de la localidad pueden asumir el rol de ciudadano ambiental, dando posibles soluciones a la problemática y reconociendo su responsabilidad en las causas que generan el cambio climático. 

La intención de trabajar temas globales, plantea reflexiones de lo que podemos hacer desde lo local para combatir el cambio climático y la destrucción de la capa de ozono. De esta manera se interpela a los ciudadanos en su responsabilidad por el simple hecho de habitar este mundo. 

Esperamos que estos apuntes pueden resultar útiles para las salidas que se hagan por el territorio y para comprender mejor nuestras ideas de lo que significa patrimonio ambiental de San Cristóbal


*Este texto fue extraído de la cartilla "San Cristóbal se descubre. Expediciones seguras para niños, niñas y jóvenes de la Localidad 4, San Cristóbal". Se le hicieron algunas modificaciones para poder ser publicado en este blog. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario